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La indispensable importancia de aplicar protector solar todos los días

En la rutina de cuidado de la piel, a menudo subestimamos o relegamos a un segundo plano al héroe anónimo que representa la primera barrera de cuidado, y no es más ni menos que el protector solar.

Lejos de ser un producto exclusivo para la playa o los días soleados de verano, la aplicación diaria de protector solar es un pilar fundamental para la salud y la belleza de la piel durante todo el año, independientemente del clima, la ubicación o la edad.

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Fuente: Unsplash

La radiación ultravioleta (UV) del sol es un agresor silencioso y constante, capaz de causar daños acumulativos e irreversibles que van mucho más allá de una quemadura solar. Desde el envejecimiento prematuro hasta el riesgo de cáncer de piel, protegerse de los rayos UV es una inversión diaria en el bienestar a largo plazo.

En un mundo donde las tendencias de belleza evolucionan rápidamente, y marcas innovadoras como Bubble Skincare innovan continuamente en la búsqueda de ingredientes activos y soluciones eficaces, la base de un cutis saludable siempre será una protección solar consistente y efectiva.


El enemigo invisible: Comprendiendo los rayos UV y sus efectos

Para apreciar plenamente la importancia del protector solar y sus ingredientes activos, es esencial entender qué son los rayos UV y cómo impactan en nuestra piel, incluso en días nublados o en interiores.

Comprender la amenaza constante e invisible de los rayos UV subraya por qué el protector solar no es un cosmético, sino una necesidad de salud.


Tipos de radiación ultravioleta (UV) y su alcance:

Rayos UVA (Ultravioleta A): Los silenciosos envejecedores

  • Constituyen el 95% de la radiación UV que llega a la Tierra.
  • Penetran profundamente en la piel, llegando hasta la dermis.
  • Son los principales responsables del envejecimiento prematuro de la piel: arrugas, líneas finas, flacidez y manchas solares. Actúan dañando las fibras de colágeno y elastina.
  • Atraviesan las nubes y el vidrio (ventanas de casas, oficinas, coches). Esto significa que estás expuesto a los UVA incluso en días nublados, lluviosos o mientras conduces o trabajas cerca de una ventana. Su efecto es acumulativo y menos obvio que una quemadura solar, pero igualmente dañino a largo plazo.
  • Tienen un papel significativo en el desarrollo de cáncer de piel.

Rayos UVB (Ultravioleta B): Los quemadores y agresores directos.

  • Son los principales responsables de las quemaduras solares y el enrojecimiento.
  • Penetran en la capa más superficial de la piel (epidermis).
  • Desempeñan un papel fundamental en el desarrollo de la mayoría de los cánceres de piel, incluido el melanoma, el tipo más agresivo.
  • Su intensidad varía según la estación, la hora del día y la altitud, siendo más fuertes en verano y al mediodía. A diferencia de los UVA, la mayoría de los UVB son bloqueados por las nubes y el vidrio.

Rayos UVC (Ultravioleta C): Los más dañinos.

  • Son los más peligrosos para la vida en la Tierra, pero afortunadamente son casi completamente absorbidos por la capa de ozono antes de llegar a la superficie.

Daño celular y envejecimiento prematuro

  • Estrés oxidativo: La exposición a los rayos UV genera radicales libres, que son moléculas inestables que dañan las células de la piel. Este daño es conocido como estrés oxidativo y contribuye a la degradación del colágeno y la elastina, proteínas esenciales para la firmeza y elasticidad de la piel.
  • Aparición de signos de envejecimiento: Con el tiempo, este daño se va manifestando de las siguientes formas:
    • Arrugas y líneas finas: Especialmente alrededor de los ojos y la boca.
    • Manchas solares (Hiperpigmentación): La exposición al sol estimula la producción de melanina, llevando a una pigmentación irregular que pude generar lentigos solares, pecas y melasma.
    • Flacidez y pérdida de elasticidad: La piel pierde su capacidad de estirarse y volver a su lugar, resultando en un aspecto laxo.
    • Telangiectasias (Vasos sanguíneos rotos): Pequeñas venas rojas o moradas visibles en la superficie de la piel, especialmente en la nariz y las mejillas.
    • Piel áspera y seca: El sol puede deshidratar la piel y dañar su barrera protectora.

La fórmula de la protección: FPS, PA y tipos de filtros

Elegir el protector solar adecuado implica entender algunos aspectos y nomenclaturas que aparecen en sus etiquetas y los tipos de filtros que ofrece para garantizar una protección integral.

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Fuente: Unsplash

Conocer los tipos de filtros y la nomenclatura de protección te permitirá elegir un protector solar que realmente brinde la defensa necesaria para tu piel.

Entendiendo el factor de protección solar (FPS/SPF):

  • Protección UVB: El FPS indica el nivel de protección contra los rayos UVB, y su numeración tiene relación con el tiempo de exposición, por ejemplo, un FPS 30 significa que tardarías 30 veces más en quemarte con protector solar que sin él.
  • Niveles recomendados: Para el uso diario, un FPS 30 es el mínimo recomendado por dermatólogos. Bloquea aproximadamente el 97% de los rayos UVB. Sin embargo, es importante comprender que no hay ningún protector solar que bloquee el 100% de los rayos UV.
  • Uso consistente: La efectividad del FPS se basa en la aplicación de una cantidad adecuada (aproximadamente una cucharadita para la cara y el cuello) y la re-aplicación cada dos horas, o más frecuentemente si hay sudoración o contacto con agua.

Protección contra los rayos UVA:

Entendiendo el símbolo PA y la etiqueta Amplio Espectro:

  • Etiqueta Amplio Espectro: En muchos países, esta etiqueta o un símbolo UVA encerrado en un círculo, indica que el protector solar ofrece protección contra los rayos UVA y UVB, lo cual es un requisito fundamental para una protección completa.
  • Sistema PA: Comúnmente utilizado en Asia, el sistema PA evalúa el nivel de protección contra los rayos UVA. Se indica con acumulación de signos de más (+).
    • PA+ (Poca protección UVA)
    • PA++ (Protección UVA moderada)
    • PA+++ (Alta protección UVA)
    • PA++++ (Extremadamente alta protección UVA)

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Fuente: Unsplash

Tipos de filtros solares, analicemos los minerales vs químicos:

Protectores solares minerales (Físicos):

  • Ingredientes activos: Óxido de zinc y dióxido de titanio.
  • Mecanismo: Actúan creando una barrera física sobre la piel que refleja y dispersa los rayos UV, como un escudo.
  • Ventajas: Considerados seguros para pieles sensibles y bebés, empiezan a actuar inmediatamente después de la aplicación, y son fotoestables, o sea, que no se degradan con la exposición solar.
  • Desventajas: Tradicionalmente podían dejar un velo blanco o aspecto fantasmal, aunque las formulaciones modernas con tecnología micronizada o nano, han mejorado esto significativamente.

Protectores solares químicos (Orgánicos):

  • Ingredientes activos comunes: Oxibenzona, ácido esteárico, avobenzona, octinoxato, octisalato, homosalato, octocrileno, entre otros.
  • Mecanismo: Absorben los rayos UV y los transforman en calor, liberándolos de la piel.
  • Ventajas: Generalmente más fáciles de extender, no dejan residuo blanco y tienen texturas más cosméticas.
  • Desventajas: Algunos pueden causar irritación en pieles sensibles, pueden tardar alrededor de 25 minutos en ser efectivos después de la aplicación, y algunos filtros pueden ser menos fotoestables y en consecuencia tienden a degradarse con la exposición.

Ha habido cierta controversia sobre la posible absorción sistémica y el impacto en la salud, aunque las agencias reguladoras los consideran seguros para el uso.

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