El emprendedor que hace letreros de neón para gigantes como IKEA
Cornelius Ledang, un joven emprendedor danés de 23 años, ha conseguido lo que muchos podrían considerar un logro revolucionario en la industria del neón. Con su empresa, Neoncopenhagen, fundada hace apenas tres años, ha renovado el concepto de señalización luminosa, atrayendo no solo a particulares, sino también a gigantes corporativos como Ikea y Lunar.
Iluminando el éxito empresarial
Ubicado en el vibrante barrio de Nørrebro en Copenhague, Cornelius no es ajeno al espíritu empresarial. Originario de Lynæs, un lugar con pocas oportunidades laborales convencionales para los jóvenes, Cornelius se vio obligado a canalizar su creatividad hacia la empresa desde temprana edad. Durante su tiempo en el instituto, exploró la fotografía y el vídeo, y fue entonces cuando la idea de crear su propio negocio comenzó a tomar forma. Posteriormente, una experiencia en Lynæs Surfcenter rodeado de jóvenes ambiciosos solidificó su deseo de emprender.
La chispa para NeonCopenhagen se encendió cuando un amigo adquirió un letrero de neón y compartió con Cornelius las dificultades y costos exorbitantes del proceso. Convencidos de que podían mejorar la experiencia, se embarcaron en lo que inicialmente fue un proyecto apresurado que tuvo que ser pausado. Sin embargo, Cornelius no pudo desprenderse de la idea y, meses después, decidió retomarla con la determinación de desarrollarla adecuadamente.
Cornelius aspira a modernizar una industria que considera anticuada. Su enfoque se centra en mejorar la experiencia del cliente mediante el uso de tecnología avanzada para el diseño y la logística. Neoncopenhagen ha hecho uso de diseñadores en diferentes zonas horarias para acelerar la producción de prototipos y ha seleccionado cuidadosamente fabricantes que pueden mantener altos estándares de calidad y tiempos de entrega rápidos.
Todos los letreros de NeonCopenhagen utilizan neón LED, que no solo es económico y eficiente energéticamente, sino también más amigable con el medio ambiente. La empresa ofrece una amplia gama de diseños personalizados, desde citas hasta logotipos corporativos, siendo esta última su categoría más popular, especialmente entre sus clientes corporativos.
La vida cotidiana de Cornelius está dominada por su trabajo frente al ordenador, gestionando comunicaciones con clientes, logística y proveedores. Aunque en sus inicios se ocupaba personalmente de empaquetar los productos, ese aspecto ahora está externalizado, permitiéndole concentrarse en las ventas y el servicio al cliente.
Inspirado por empresas y emprendedores que rompen con las convenciones, Cornelius mantiene una nota en su móvil donde registra cualquier empresa que le inspire. NeonCopenhagen no solo es un negocio, sino también un reflejo del impulso innovador de un joven que vio en los letreros de neón una oportunidad para iluminar su camino hacia el éxito en el mundo empresarial.