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Cosas a considerar al abrir una tienda minorista

No hay duda de que el espíritu emprendedor crece sin parar en todo el mundo, con cada vez más personas buscando maneras alternativas de generar ingresos, al tiempo que satisfacen sus expectativas personales y profesionales. Para muchos, no hay mejor manera de iniciarse en el mundo del emprendimiento que con una tienda minorista.

The Monopolitan
Fuente: Unsplash

Estas no solo pueden servir como un canal directo para adentrarse en un mercado específico, sino también como una herramienta para posicionar una marca o producto propio. Al ser un proceso complejo, vamos a contarte sobre algunos de los aspectos más básicos que debes conocer antes de emprender con un negocio minorista.


Idea y plan de negocio

Lo primero que debes tener en cuenta es que todo emprendimiento inicia con una idea y un plan de negocio, es decir, qué queremos hacer y de qué manera vamos a materializarlo. Este proceso es complejo y está repleto de matices, sin embargo, puedes iniciar contigo pensando en qué producto quieres vender, y de qué manera quieres que este llegue al consumidor final.

Para muchos, esta será la primera chispa en lo que más adelante será su emprendimiento, iniciando simplemente como una idea aislada sobre algo que deseamos hacer. A medida que este deseo se haga más intenso, la idea comenzará a tomar forma y el plan se asemejará mucho más a una estructura de negocios real.

Es importante que esta etapa no consuma demasiado tiempo, ya que todo lo que planifiquemos seguramente se verá modificado por los pasos que veremos más adelante.

El único aspecto al que deberías dedicarle algo de tiempo adicional será a la imagen de marca y el mercadeo, ya que estos definirán la percepción que tendrán los consumidores sobre tu negocio y los mejores canales de comunicación para hacer llegar tu mensaje.


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Estudio de mercado

Si bien el estudio de mercado puede parecer la primera fase de todo emprendimiento, lo cierto es que este funciona como un experimento para probar tu idea. Similar al método científico, el estudio de mercado funciona como una suerte de prueba teórica, determinando si nuestra hipótesis (idea) realmente tiene cabida en el mercado actual.

Al momento de hacer un estudio de mercado tendrás que tener en cuenta variables como la existencia del producto en tu mercado objetivo, la saturación de mercado, el desempeño y estrategias de la competencia, los proveedores disponibles (si estos son nacionales o internacionales), los costos operativos, la legalidad, entre otras variables.

Este estudio no debe hacerse de manera aleatoria o desordenada, sino que es recomendable seguir una estructura que asegure que los resultados son lo más precisos posibles, incluyendo asesoría profesional en caso de ser necesario. Por consecuencia, estos resultados pueden alterar nuestra idea o plan de negocio inicial.


Establecimiento

Al ser un negocio minorista, no existe mucha variación sobre qué tipo de establecimiento albergará nuestro emprendimiento: tendrá que ser una tienda fija o una tienda itinerante. Por eso, al pensar en el “establecimiento”, será necesario estudiar el costo del alquiler o compra de un espacio, su ubicación y tamaño.

Si bien esta etapa puede ser abrumadora, ya que tendrás que pensar en variables de peso que definirán el futuro de tu negocio, también es uno de los momentos que más ilusión genera, ya que pocas sensaciones se asemejan a la de soñar despierto sobre tu propia tienda y cómo se distribuirán tus productos.

Otras variables, como la seguridad, también son esenciales, siendo obligatorio determinar qué tipo de sistema de seguridad para tiendas será más apropiado. Esto incluye la distribución de las cámaras de seguridad, el control de acceso, e incluso la ubicación de la mercancía y las cajas registradoras.


Financiamiento

La apertura de una tienda minorista puede ser sumamente costosa, por lo que tendrás que estudiar las opciones de financiamiento disponibles de acuerdo a tus posibilidades. La cantidad de dinero que necesites debe limitarse estrictamente a lo que hayas planificado con anterioridad, disminuyendo el riesgo de gastos no planificados.

En buena parte de los casos, la apertura de las tiendas minoristas recae en los ahorros de un grupo de familiares o amigos, siendo proyectos personales y de alto riesgo para todos los involucrados.

Sin embargo, la ola emprendedora de las últimas décadas ha dado pie al surgimiento de distintos productos y entidades financieras diseñadas específicamente para apoyar este tipo de negocios.

También es posible recaudar financiamiento de la mano de inversionistas privados, sin embargo, esto requerirá de un estudio de mercado mucho más profundo y una estrategia que contemple el retorno de la inversión.

Del mismo modo, las plataformas de financiamiento colectivo (crowdfunding) también pueden ayudarte a emprender.


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Abrir una nueva tienda minorista es un proceso complejo y lleno de matices, sin embargo, puede ser una de las aventuras empresariales más gratificantes que experimentarás en tu vida. Si aún no has emprendido con tu propio negocio, el 2025 se presenta como un año perfecto para empezar.

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