Citadelle: La Ginebra que nació del enebro
Proyecto: Citadelle Gin
Ubicación: Francia
Lanzamiento: 1996
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Situado en el suroeste de Francia, el Château de Bonbonnet alberga a Citadelle Gin, la primera ginebra craft de Francia. Desde 1996, Alexandre Gabriel y su equipo han consolidado un modelo de negocio independiente y familiar, basado en la producción artesanal, la innovación técnica y el aprovechamiento sostenible del entorno local. La destilería se encuentra justo frente a los campos de enebro de donde se cosechan, a mano y una vez al año, las bayas que constituyen el corazón aromático de su gin.

Citadelle ha desarrollado una técnica exclusiva llamada “infusión progresiva”, que adapta el tiempo y la temperatura de maceración a cada uno de los 19 botánicos utilizados en su receta, garantizando un equilibrio preciso entre aromas cítricos, especias y enebro. Esta metodología patentada no solo posiciona a Citadelle como referente de calidad, sino que evidencia su compromiso con la innovación dentro de la tradición. A esto se suma su ginebra añejada, Citadelle Réserve, que madura en cinco tipos de madera y culmina en una barrica con forma de huevo: una técnica única en el mundo.
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El impacto del proyecto no es únicamente productivo. Citadelle ha convertido su destilería en un espacio de encuentro, abriendo sus puertas a visitantes que desean conocer el proceso detrás de sus ginebras y recorrer su invernadero de cítricos, campos y alambiques restaurados. Con más de 30,000 horas de trabajo artesanal invertidas en preservar el patrimonio arquitectónico del Château, Citadelle también contribuye a la valorización cultural y turística de la región.
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Citadelle Gin ha sido reconocido internacionalmente con más de 100 medallas, consolidando su prestigio a nivel global. Pero más allá de los premios, su verdadero valor radica en su modelo de negocio que fusiona identidad local, excelencia técnica y visión sostenible. Así, Citadelle no solo produce ginebra, sino que cultiva una experiencia completa, donde cada detalle —desde la cosecha hasta la degustación— rinde homenaje a la tierra que lo vio nacer.